El medio ambiente es todo lo que nos rodea y nos permite vivir: el aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que cultivamos, los animales, las plantas y también las personas y las construcciones que forman parte de nuestro entorno. No se trata solo de la naturaleza virgen, como bosques o ríos, sino también de los espacios donde vivimos, trabajamos y nos relacionamos. El medio ambiente es importante porque de él obtenemos lo necesario para vivir: alimentos, agua, materiales, energía, y también salud y bienestar. Cuidar el medio ambiente es cuidar nuestra vida y la de las generaciones futuras.
El cambio climático es una alteración del clima de la Tierra que ocurre a largo plazo. Aunque el clima del planeta ha cambiado muchas veces a lo largo de su historia, en las últimas décadas ha cambiado mucho más rápido, principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles (petróleo, gas, carbón), la deforestación y la contaminación. Esto provoca fenómenos extremos como olas de calor, sequías, tormentas más intensas, aumento del nivel del mar y pérdida de especies. El cambio climático afecta a todas las personas, pero especialmente a las más vulnerables. Frenarlo es posible si cambiamos nuestros hábitos y formas de producir y consumir.
El desarrollo sostenible es una forma de vivir, producir y consumir que busca cubrir nuestras necesidades sin dañar el planeta ni poner en riesgo el futuro de las próximas generaciones. Significa encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas. Por ejemplo, usar los recursos naturales con responsabilidad, reducir la contaminación, generar empleos dignos y asegurar acceso a educación, salud y vivienda para todos. El desarrollo sostenible no se trata solo de cuidar la naturaleza, sino de construir un mundo más justo, saludable y duradero para todos.