Buenas prácticas ambientales

Las buenas prácticas ambientales son acciones sencillas que podemos hacer en nuestra vida diaria para cuidar el planeta. No hace falta ser experto en ecología para marcar una diferencia. Con pequeños cambios en nuestros hábitos, podemos reducir la contaminación, ahorrar recursos y proteger la naturaleza para nosotros y las futuras generaciones.

Algunas buenas prácticas que puedes aplicar:

• Ahorrar energía: apagar las luces y aparatos que no se usan, aprovechar la luz natural, usar bombillas de bajo consumo.
• Reducir, reutilizar y reciclar: evitar productos de un solo uso, dar una segunda vida a objetos, separar correctamente los residuos.
• Cuidar el agua: cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes, reparar fugas, usar solo el agua necesaria para regar o limpiar.
• Consumir responsablemente: elegir productos locales, de temporada y con menos envases, apoyar marcas sostenibles.
• Respetar la naturaleza: no tirar basura en la calle, playas o montes; cuidar las áreas verdes y no molestar a los animales silvestres.
• Usar transporte sostenible: caminar, usar la bicicleta, compartir coche o utilizar transporte público siempre que sea posible.

Pequeñas acciones, si las hacemos entre todos, tienen un gran impacto. Cada decisión cuenta. Cuidar el medio ambiente empieza por nosotros mismos.